Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se pierden o desperdician, mientras 821 millones de personas padecen desnutrición.
En México, anualmente se pierden o desperdician en toda la cadena de abasto alimentaria, 28 millones de toneladas de alimento producido para consumo humano. La mayor parte de estos desechos alimenticios van a parar a tiraderos de basura o rellenos sanitarios, en donde al descomponerse generan gases de efecto invernadero, los cuales contribuyen al calentamiento global.
La PDA conlleva efectos ambientales y socioeconómicos negativos, como el uso ineficiente de los recursos naturales (pérdida de agua, desgaste de tierras de cultivo, gasto de energía utilizada, entre otros), pérdidas de biodiversidad, pérdidas económicas y problemas de inseguridad alimentaria. Combatir esta problemática es responsabilidad de todos.